Pocas experiencias generan tanta angustia como sentir que “todo parece extraño”, “como si no fuera real” o “como si yo no fuera yo”. Estas sensaciones, conocidas como desrealización y despersonalización, son síntomas frecuentes de ansiedad, estrés elevado y agotamiento. Aunque son extremadamente incómodas —y a veces aterradoras—, son inofensivas, reversibles y tienen una explicación neurofisiológica muy clara. Esta guía te ayudará a entender qué ocurre exactamente en tu cerebro y tu cuerpo, por qué se produce, por qué no significa nada grave y qué puedes hacer para recuperar la sensación de conexión contigo mismo/a y con tu entorno.
Qué es la desrealización y la despersonalización
La desrealización es la sensación de que el mundo externo parece extraño, distante, “como en una película”, borroso o artificial.
La despersonalización es la sensación de desconexión de uno mismo: como si no estuvieras dentro de tu cuerpo, como si actuases en automático o como si observaras la experiencia desde fuera.
Aunque se sienten muy reales, son alteraciones temporales de la percepción causadas por un estado de hiperactivación del sistema nervioso.
Por qué aparece durante la ansiedad
La ansiedad intensa, el estrés acumulado y la hipervigilancia generan cambios fisiológicos que afectan a la percepción. Cuando tu cerebro se siente sobrecargado, reduce la cantidad de estímulos sensoriales que procesa. Es un mecanismo de protección, no de daño.
Aparece especialmente cuando:
- has tenido un pico de ansiedad,
- estás muy cansado/a,
- has dormido mal,
- hay tensión acumulada,
- hay pensamientos obsesivos sobre los síntomas,
- hay estrés sostenido durante semanas o meses.
El mecanismo neurofisiológico que lo explica
La desrealización y la despersonalización aparecen por un fenómeno llamado desconexión protectora del sistema nervioso.
El cerebro interpreta que estás “en peligro interno” por exceso de activación y decide:
- reducir la estimulación sensorial,
- bajar la carga emocional,
- activar mecanismos de distanciamiento,
- poner en pausa procesos no esenciales.
No es un daño: es un modo de emergencia diseñado para protegerte del colapso emocional.
Síntomas típicos y por qué parecen tan peligrosos
- Sensación de estar “soñando despierto”.
- Entorno borroso, plano o distante.
- Falta de conexión con el cuerpo.
- Automatismos: actuar sin sentirte plenamente presente.
- Vértigo existencial: “¿Quién soy?”, “¿Qué es real?”.
- Sensación de embotamiento mental.
- Miedo a “perder la cabeza”.
Lo más importante: nada de esto es peligroso. Es desagradable, pero completamente reversible.
Cómo la desrealización alimenta la ansiedad (y viceversa)
La espiral suele desarrollarse así:
- Surge una sensación extraña.
- La interpretas como peligrosa.
- Sube la ansiedad.
- El cerebro activa más desconexión.
- La sensación se intensifica.
- Aparecen pensamientos de tipo “¿y si…?”.
- La espiral continúa.
La clave está en romper el paso 2: la interpretación catastrófica.
Mitos frecuentes que aumentan el miedo
- “Me voy a volver loco/a”. → No. Esto no está relacionado con psicosis ni trastornos graves.
- “Me voy a quedar así para siempre”. → No. La desrealización es temporal y reversible.
- “Significa que mi mente se está rompiendo”. → No. Significa que está hiperactivada y se está defendiendo.
Diferencias entre desrealización, despersonalización y trastornos graves
Esta es una duda muy frecuente por el miedo a confundirse con algo serio. Aquí las diferencias clave:
1. Psicosis
- Hay pérdida de contacto con la realidad.
- Alucinaciones o delirios.
- No hay conciencia de que “algo va mal”.
En desrealización: sabes que “parece irreal”, pero reconoces que es tu percepción.
2. Trastornos neurológicos
- Pérdida real de habilidades.
- Síntomas físicos objetivos.
- Progresión continua.
En desrealización: los síntomas van y vienen. No progresan.
3. Depresión severa
- Desconexión emocional profunda.
- Tristeza persistente.
En desrealización: hay miedo, no apatía.
Qué hacer cuando te está pasando
1. Nombrarlo
“Esto es desrealización. Es ansiedad. No es peligroso.”
2. Grounding (conexión con los sentidos)
- tocar una textura,
- sentir los pies,
- mirar un objeto concreto.
3. Respiración 4–6
Reduce activación sin forzar la inhalación.
4. Movimiento suave
Caminar o estirarte rompe la “congelación”.
5. Evitar luchar contra la sensación
La lucha aumenta la alerta y la desconexión.
Cómo prevenir que vuelva a ocurrir
- Regular el estrés diario.
- Evitar la hipervigilancia corporal.
- Reducir la evitación de sensaciones.
- Dormir mejor.
- Evitar cafeína en exceso.
- Ejercicio moderado.
- Rutinas de descanso real.
Plan de 21 días para reducir la desrealización
Días 1–7 — Reducir activación
- Respiración 4–6 cada día.
- Caminar 20–30 minutos.
- Pausas sensoriales.
Días 8–14 — Trabajar percepción y grounding
- Ejercicios de atención a los sentidos.
- Observar sin juzgar.
- Minimizar evitaciones.
Días 15–21 — Construir seguridad interna
- Mirar conscientemente sensaciones sin interpretarlas.
- Añadir actividades agradables.
- Mejorar rutina de sueño.
Cuándo pedir ayuda profesional
Debes buscar apoyo si:
- la desrealización es casi diaria,
- te genera ataques de pánico,
- te asusta salir, conducir o estar solo/a,
- tienes rumia constante sobre la percepción,
- te impide concentrarte o trabajar,
- ha aparecido después de un trauma o estrés muy intenso.
Preguntas frecuentes
¿Puedo perder la conexión con la realidad?
No. La desrealización no rompe la realidad. Solo altera temporalmente la percepción.
¿Es un signo de enfermedad mental grave?
No. Es un síntoma de ansiedad, no de psicosis.
¿Puede durar horas o días?
Sí, pero sigue siendo reversible y no peligrosa.
¿Puedo volver a sentirme como antes?
Sí. Con regulación, exposición y descanso, la mayoría de personas se recuperan por completo.
Para profundizar
Puedes ampliar tu comprensión con este artículo verificado de Mentes Abiertas Psicología: Qué es la ansiedad y por qué aparece
Puedes volver a sentirte tú. Esto es temporal.
La sensación de irrealidad es uno de los reflejos más intensos de un sistema nervioso saturado. No significa pérdida de control, ni trastorno grave, ni “volverte loco”. Significa que tu mente está intentando protegerte. Con información correcta, técnicas de regulación y algo de acompañamiento, la claridad vuelve, la percepción se estabiliza y recuperas la sensación de “volver a casa”.
Iniciar terapia para regular la desrealización y la ansiedad
Deja una respuesta